Archivos Mensuales: septiembre 2017

El tiempo es «ahora»

Estándar

En efecto, el tiempo es ahora, los acontecimientos trágicos de los últimos días nos han dejado una gran información que nos ha lacerado durante más de 200 años, pues dependemos totalmente de los caprichos políticos.

Desde mis recuerdos de niño he escuchado que “estamos en crisis”, pero quienes gobiernan el país viven de maravilla porque todos sus gastos corren por cuenta de quienes aportamos vía impuestos dichos gastos.

Con los sismos de la semana nos enteramos que como ciudadanos carecemos de permiso para entregar en persona las aportaciones a los que todo lo han perdido y entonces resulta que el acopio de víveres y enseres solo los puede entregar el estado por medio de sus mecanismos que han dejado mucho que desear con su logística.

Por las redes sociales nos hemos enterado de muchas anomalías y lo peor del caso es que el estado nunca entrega cuentas, su frase favorita “se entregaron recursos al 70% de los afectados, etc. Pero esos porcentajes nunca sabemos  con respecto a que datos y si son reales o no y si tienen nombre y apellido, así que nunca vamos a saber si los políticos han entregado lo que declaran y de donde se tomó ese dinero, porque las campañas de apoyo por los medios de comunicación nos bombardean con solicitudes y la verdad es que poco se confía en esas campañas.

Me queda claro que somos un pueblo noble, pero sin reglas claras, tampoco sabemos el destino de las aportaciones extranjeras y de los personajes famosos que de buena fe también aportan, de tal suerte que siempre quedamos a merced de nuestros gobernantes.

A estas alturas me quedo con varias reflexiones, cierto que somos  pueblo indisciplinado hecho a voluntad del que gobierna, que no nos cree capaces de conducirnos sin su rectoría, que en su afán de “protegernos” se adueña de todo cuanto nos puede beneficiar y resultamos más desprotegidos.

La fórmula pudiera ser que nos dejen verdaderamente en libertad de trabajo, libertad de empresa, libertad de reunión, libertad de comercio, libertad de aseguramiento, libertad de enseñanza, libertad de prensa, libertad de pensamiento y que se nos rinda cuentas de cada peso que se recaude vía impuestos y que el se quiera dedicar a la política lo haga con sus propios medios y no con los nuestros.

Somos también un pueblo trabajador, por lo tanto, ya que no nos permiten los tratados fabricar maquinaria, entonces que le quiten aranceles a la maquinaria que ingresa para que su costo quede al alcance de nosotros y que tengamos la libertad de generar nuestra propia riqueza.

Talento sobra en los mexicanos. “El tiempo es ahora”, seamos libres en la práctica y no en la que predican los historiadores oficiales, son muchas las leyes que se han diseñado “para protegernos” es mejor que el poder judicial imparta verdadera justicia, que el poder legislativo solo se dedique a las leyes que nos protejan y deje de ser operador intermediario y que el poder ejecutivo, ejecute los mandatos con transparencia y equidad. El tiempo es ahora.

 

Si yo fuera, si yo estuviera

Estándar

Si yo fuera Enrique Peña Nieto en este momento ya estaría utilizando mi derecho de veto para destinar esos capitales que debe entregar a los políticos para sus campañas políticas, finalmente el congreso ha aprobado cuanta iniciativa he enviado a las cámaras.

El presidente de la República tiene en sus manos los acontecimientos naturales a su favor, basta que ejerza dicho derecho de veto para dedicar esa millonaria suma de dinero que los candidatos derramarán en la basura durante el año electoral.

Tal vez si en lugar de un presidente «elegido popularmente» tuviéramos un Rey como muchos que la historia describe; que en un arranque de inspiración, utilizara esos dineros en la reconstrucción del país tratando de aliviar las perdidas ocasionadas por la madre naturaleza.

Quizás si se aislara por un instante de la gente que le rodea y pensara que tiene en las manos la oportunidad de pasar a la historia como el presidente que salvó de la ruina a los mexicanos en su último año de gobierno.

Si yo estuviera en los zapatos del presidente Peña Nieto, creo que vale la pena imaginar aunque solo sea por un instante, que bien se pueden utilizar esas sumas millonarias en bien de los ciudadanos y no solo de los que en este momento sufren las pérdidas materiales naturales, sino de los 120 millones de ciudadanos que conformamos este país.

A su lado tiene a un personaje que conocí desde su niñez: Miguel Osorio Chong, nacido en el seno de una familia ejemplar, su papá y su mamá, pareja honesta que lucho desde siempre en busca de una superación familiar que parecía muy lejana y sin embargo lograron poco a poco esa superación.

Debe tener a su lado a muchos colaboradores que lucharon como la familia de Miguel, en busca de la felicidad profesional, si usted hubiese conocido a su papá, hombre trabajador lo mismo que su mamá, estoy seguro que entendería lo que trato de decir.

Por medio de ellos puede usted, señor presidente, imaginar lo que verdaderamente queremos los mexicanos, hoy es el momento de voltear a vernos en nuestra exacta dimensión, en sus manos está la oportunidad de trascender de manera exitosa, y que la constitución lo premie, o que se lo demande.