Todo menos la verdad, pareciera que
estamos habituados a que los gobiernos y las grandes empresas promuevan su
visión de la historia y cuenten las noticias según sus propios intereses; un
postulado de mis tiempos, hace más de cincuenta años decía: “El éxito en la
publicidad es difundir una idea repetida y sostenida por algún tiempo”, al
final quien escucha mensajes con esas características, termina convencido de
las “bondades que el producto nos promete”. Hay quien afirma: “di una mentira
grande, pero sencilla, no dejes de repetirla y en poco tiempo, la gente
terminará por creerla”.
Muchas personas suponen que la propaganda
es un fenómeno del siglo pasado o del presente, pero existen registros de
ejemplos de hace muchos siglos, el papa Gregorio XV estableció un comité
cardenalicio en la difusión y fiscalización del catolicismo, pero se sabe que
los antiguos griegos fueron los primeros propagandistas del mundo, aconsejaban
el empleo de la retórica como herramienta capaz de influir en los ciudadanos,
conforme a las reglas que debían regir esa práctica.
Pero esas reglas no siempre se
obedecieron, porque se dieron cuenta que era muy fácil crear rumores y
utilizarlos como influencia en los hechos; los emperadores romanos emplearon la
propaganda en dar una imagen ventajosa de sí mismos y de sus logros; por medio
de la literatura, la arquitectura y todas las bellas artes, con un elaborado
ceremonial público, recalcaban a sus súbditos que la Roma imperial representaba
la paz, el buen gobierno y el imperio de la ley.
mostraran conflicto con Roma,
resultaban caricaturizadas como bárbaras, sin
leyes y fuerte amenaza a la estabilidad y la prosperidad que los emperadores
estaban decididos a preservar, el rumor encontró terreno fértil inclusive en el
desprestigio de Cleopatra aún con el liderazgo que ella poseía, tuvo que
resistir fuertes ataques a su reputación de tal manera que los agravios
continuaron más de un siglo después de su muerte.
herramienta, fueron utilizadas por reyes desde el siglo XVII, la Reyna de
Inglaterra en turno,
utilizó esos medios en sus propios fines; en las obras
históricas de Shakespeare, se vilipendiaba a los oponentes de los Tudor y se
glorificaba a sus partidarios, ayudando a consolidar el derecho al trono de la
dinastía Tudor del siglo XVI.
notar que “la opinión pública no se debe descuidar ni desdeñar ni por un
momento”; Igual que los cesares de tiempo atrás, Napoleón fue un hábil
manipulador de la propaganda, lo justificaba así: “Tres periódicos
hostiles son
más temibles que mil bayonetas” de manera que manipular las noticias en su
propio beneficio se convirtió en su fuerza.
que la gente cree que es verdad” era el precepto de Adolf Hitler, ya que
durante la primera guerra mundial todas las potencias utilizaron la propaganda
con que lograron levantar la moral de su propio país y como una arma
psicológica contra sus enemigos, Hitler estaba consiente en la
forma de ganarse
a su audiencia, ésta tenía que creer, o desear, creer; la propaganda nazi fue
muy eficaz porque la mayoría de los alemanes realmente querían creer que no
habían perdido la primera guerra mundial, preferían que les dijeran que habían
sido traicionados en el ámbito nacional por los derrotistas y los judíos.
democracias lo que el garrote en un
estado totalitario”, los años pasan y la
conducta humana parece que nunca va a cambiar, preferimos mentiras grandes y
sencillas que al escucharlas de manera repetida y sostenida, terminamos por
creer todo, ha quedado claro que la publicidad va unida a la vida diaria, mi
deseo grande es que antes de creer en una noticia buena o mala, preferible será
investigar y reflexionar, busquemos primero la verdad.