Archivos Mensuales: junio 2013

Recinto de reflexiones

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Cualquier lugar
puede ser un recinto de reflexión, ya sea en retrospectiva o de imaginación a
futuro, la condición es vivir una especie de aislamiento y me permito sugerir
una forma un tanto singular, tal vez imaginar que estamos en el vientre materno
donde nada nos hace falta con la particularidad de que en realidad no sabemos
porque estamos en ese lugar ni como es que lo elegimos, le invito a seguir
leyendo.

No sabemos que es lo
que determina que un ser pueda estar en un lugar como el vientre materno y
porque, sin embargo, ese principio de vida parece ser lo más hermoso de todo
cuanto podamos imaginar, todo es nuevo, todo es distinto a lo conocido, en
realidad creo que no sabemos que es lo que nos depara el destino, ni siquiera
sabemos si es de día o es de noche porque tampoco podemos abrir los ojos y no
importa, pues tenemos todo lo necesario, no hay frío ni calor, no hay luz pero
tampoco sombras, no se percibe hambre pues el alimento llega sin que sepamos de
donde procede, nadie nos dice que es hora de dormir o despertar, ¿será acaso el
famoso jardín del Edén que describen los libros religiosos?

Existen doctrinas en
determinadas disciplinas que de esto hablan abundantemente, pareciera que al
tratar de encontrar una explicación a esta vivencia simplemente nos enfrentamos
al punto filosófico que trata de explicar el fenómeno vida muerte o muerte vida,
como quiera que sea el orden de los factores, en ese momento nos encontramos en
la vida o nos encontramos en la muerte, pudiera ser que simplemente nos
encontramos en un punto intermedio donde simplemente estamos en proceso de
gestación, pero en realidad nada de eso comprendemos, simplemente existimos,
como parte de un proyecto divino.

Hay quienes aseguran
que antes de esta vivencia hemos conocido la experiencia de “muerte” y que
dicha experiencia ha quedado grabada en algún sitio y se ha conservado intacta
porque es necesaria en el camino a recorrer en el futuro cercano con la salvedad
de que la siguiente experiencia se denominará “vida” y nada de lo que hasta
ahora sabemos persistirá, como medida de seguridad o de protección en la
experiencia por venir.

El proceso que
definimos como gestación tiene una duración promedio de nueve meses y de alguna
manera se nos informa que ya debemos continuar nuestro camino pero con recursos
propios, además imaginar que durante ese proceso de “gestación” nos entregan una
serie de herramientas suficientes que nos permitirán caminar con seguridad en
esa nueva aventura con todas nuestras imperfecciones, y hasta nos “prestan” un
conductor que nos dice por donde caminar y que hacer a cada paso que damos, en
realidad siempre aparece alguien que nos guía con maestría que impide una
autodestrucción.

A partir que nos
encontramos en el vientre materno pareciera que alguien está vigilante del buen
funcionamiento de todo lo que concierne a nuestra vida y aunque indefensos,
poco a poco vamos aprendiendo todo aquello necesario que nos permita
desarrollar el mandato que habremos de cumplir ordenado por un jefe superior,
de esto se desprende la necesidad de creer en un creador o un arquitecto de lo
que conoceremos como universo.

Durante el proceso
también somos participes del los momentos dulces y amargos que experimenta
nuestra progenitora en la etapa de gestación y a veces hasta parece convertirse
en veneno el agua cristalina que nos envía cuando sus disgustos rebasan los
límites de la prudencia, como si desde ese momento nos estuvieran anunciando
que la vida no va a ser sencilla, pero gracias a su experiencia, siempre
salimos bien librados y listos a resolver problemas.

Cuando parece que
los tiempos se han cumplido y llega la hora de iniciar la nueva aventura, pero
ahora con la dificultad de que ya nada nos va a ser proporcionado de manera
automática, sino que entrarán en función esas herramientas de que hablamos en
párrafos anteriores y bajo nuestra absoluta responsabilidad, enfrentaremos el
efecto complejo que implica el “nacimiento” a la vida, acto que resulta muy
desconocido porque ahora debemos resolver con métodos propios cada problema, de
manera que ahora nos colocamos en el umbral del ingreso a la vida, me siento
ubicado entre las columnas que sostienen la puerta que se abrirá al momento del
ingreso a la vida.

Rápidos

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Rápido
es el deporte que se practica en ríos belicosos, consiste en recorrer la
dirección de la corriente, los ríos que se navegan presentan dificultad al
recorrerlos, llamados ríos de aguas blancas, debido a que este color es
característico de la espuma que genera la turbulencia en los cuerpos de agua,
otra denominación común para este tipo de ríos es simplemente
«rápidos».

Las
embarcaciones más comunes que se utilizan son la balsa y canoa, que pueden ser
rígidas o inflables, esta actividad se conoce también por la palabra “rafting”,
en el descenso de ríos existe una clasificación internacional ampliamente
aceptada para clasificar los ríos según su grado de dificultad al navegarlos,
“aguas planas” “clase 1 y clase 2 que resultan sencillos de recorrer o sea que
el grado de dificultad es mínimo.

La clase 3,
considerada de nivel intermedio son aguas turbulentas con huecos y olas
medianas aproximadamente de un metro, con remolinos que ponen en peligro a los
nadadores y a determinadas embarcaciones, por lo que requiere técnica y
conocimiento del río porque el siguiente nivel, es decir, el río clase 4 que
contiene aguas blancas muy turbulentas pero de alguna manera predecibles, ahora
los huecos y las olas pueden medir hasta dos metros con remolinos fuertes y
peligrosos, tal vez algunas cascadas, así que la exigencia de conocimiento y
habilidad es mayor porque existen pasos estrechos que exigen maniobras
complicadas.

La clase 5 es de
aguas blancas muy turbulentas y poco predecibles, ahora los huecos y las olas
superan los dos metros con remolinos y cascadas de alto riesgo, va a ser
necesario que quienes intenten una aventura en este tipo de río, sean expertos
con un alto conocimiento del río que pretenden conquistar, porque las maniobras
serán de riesgo extremo, de ninguna manera es recomendable que acudan
principiantes a este tipo de reto. La clase 6 simplemente no es navegable, se
considera muy difícil o simplemente imposible de conquistar.

Muy importante es
comprender que no todo río rápido tiene una misma clase en toda su extensión,
generalmente muestra una sucesión de tramos donde aparecerán tal vez todas las
clases y algunas de ellas dos y hasta tres veces en el recorrido, lo mejor es tomar
como punto de referencia la clase de mayor dificultad hasta la mínima, lo cual
permite trazar un proyecto de recorrido con cierta seguridad.

Este
deporte requiere un estricto dominio del equipo, el adecuado uso de los
dispositivos, conocimiento de las metodologías básicas de impulsado y rescate,
es indispensable aún cuando se va con un guía experto en descenso de ríos,
desde luego que es fundamental realizar esta actividad con el equipo adecuado
como es el casco que protege la cabeza con seguridad, chaleco salvavidas,
calzado apropiado, traje de neopreno, casco extensible de emergencia y cuchillo
especial.

El guía, que también
se le denomina timonel, debe ser muy experimentado y con sólidos conocimientos
de los rápidos del río de acuerdo a la clase que pertenece, el equipo humano
debe prever cuerdas de rescate, bolsas secas, alimentos, agua potable, bomba de
aire botiquín de primeros auxilios, silbato de ordenes y lo que cada expedición
reclame de acuerdo al grado de dificultad.

Todo
guía de una embarcación para descenso de ríos domina los siguientes aspectos
técnicos:

El
manejo de todo el equipo especial en este deporte extremo.

Saber
“leer el río”, interpretar adecuadamente sus turbulencias, remolinos y muchas
disciplinas más, necesarias en este bello deporte.
Conocer
y dominar las señales básicas de comunicación, de rescate tanto de personas
como de embarcaciones, estar listo, siempre listo a decidir aunque sufra alguna
tragedia y hacer que el paseo en un rápido se grabe indeleblemente en cada una
de las personas que asisten a este tipo de aventura.

Bicicleta de montaña

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Sentir la velocidad
es parte de la esencia del ser humano, no importa ganar o perder, caer y
levantarse, subir y bajar, percibir el contacto no solo con la naturaleza sino
admirar la grandeza de nuestro mundo y al mismo tiempo la pequeñez de nuestro
cuerpo y de nuestro ser, ese es el sentir cuando subo y bajo montañas con una
bicicleta, tan grande o pequeña, como la sienta mi cuerpo en el momento de
superar los obstáculos que la misma naturaleza interpone en mi camino, eso es
vivir.
Iniciar una
experiencia en bicicleta de montaña es posible solo cuando se ha experimentado
un trabajo teórico previo ya que implica una serie de conocimientos desde la
manera de “engrasar” las cadenas de tracción que permiten el movimiento de la
bicicleta en todo momento, hasta el ajuste del asiento que se realiza de
acuerdo a las características anatómicas de cada integrante del equipo, que
pretende iniciar una aventura en bicicleta que se antoja será inolvidable, como
lo indica la misión de nuestro grupo “Retto expediciones” en el recorrido que
haremos rodeando la montaña conocida como “Malinche” en el estado de Puebla,
México.
En este momento
recuerdo cuando vi por primera vez una extraña bicicleta de montaña, con ruedas
gruesas, más allá de las ruedas de bicicletas convencionales, era un grupo de
ciclistas desconocidos pero me atrajo de tal manera el grupo organizado con
ropa y accesorios poco convencionales, pero muy atractivos, sin embargo, mi
curiosidad fue tan aguda que a los pocos días ya me encontraba solicitando
datos de ese tipo de vehículo que sin duda estaba adquiriendo una popularidad
extrema y la verdad es que no podía quedarme rezagado ante este “retto” que la
vida me estaba mostrando con una sencillez asombrosa.
Hasta que logré
integrarme a un grupo que disfrutaba plenamente de esta disciplina hasta
entonces desconocida en mi medio, por lo que luché en el aprendizaje y tracé mi
nuevo “retto” hasta que la invitación se hizo realidad y la disfruté desde la
mañana que más bien parecía de noche cuando acomodamos las bicicletas en una
camioneta y nos dirigimos a un pueblo del estado de Puebla conocido como “San
Miguel Canoa, ubicado en la base de la montaña “la malinche” y allí descargamos
las bicicletas e iniciamos nuestra gran aventura.
Ocho personas
integramos el grupo que me inició en este maravilloso episodio, muchos fueron
los metros y kilómetros recorridos, previamente nos repartimos alimentos, agua
y refacciones suficientes inclusive si nos enfrontáramos a situaciones
imponderables, la técnica de repartición tiene el objetivo de distribuir el
peso de las cosas, pero lo curioso fue que la gente del lugar nos miraba como
si se tratara de seres de otro planeta o algo parecido pues la vestimenta
indudablemente resulta poco conocida por esos lugares, además de que existen
razones puntuales en el uso de ese tipo de ropa.
Poco a poco el
paisaje que la naturaleza nos fue regalando se transformaba con una hermosura
fantástica y con la ayuda de un día esplendoroso y claro en una altura de 2900
metros sobre el nivel del mar aproximadamente, con una temperatura considero
muy alta, quizás arriba de los 20 grados y con el esfuerzo que la bicicleta nos
exigía, tal vez la temperatura se elevaba sin darnos cuenta y a determinadas
distancias encontramos vigilancia gubernamental del sistema forestal que guarda
las zonas protegidas, a la fecha podemos presumir que todavía contamos con
áreas verdes bastante grandes haciendo el trabajo ecológico necesario.
Después de cuatro
horas de travesía, justo era tomar un descanso que aprovechamos con los
alimentos que la verdad, nunca antes había apreciado el sabor exacto, de manera
que el descanso, aunque pequeño, nos permitió intercambiar experiencias que
finalmente enriquecen lo vivido por cada uno de nosotros y que se transforman
en vivencias, lo más seguro es que las transmitiremos a nuestros hijo y nietos,
con la esperanza de que en su momento aprendan a disfrutar lo que la naturaleza
nos regala cada día.
Continuamos el
recorrido comenzando a sentir la emoción de librar arbustos y raíces de arboles
que invaden el camino, lo que presenta un atractivo mayor a nuestra aventura
obligándonos inclusive a un aumento en la velocidad sobre todo en los momentos
que el terreno produce un descenso obligado, de tal suerte que simplemente nos
obliga a poner en acción todas aquellas habilidades que en el curso teórico nos
fueron mostradas, así que forzosamente esta vez hubo que poner en práctica lo
aprendido.
Finalmente llegó la
hora de recorrer el camino en sentido contrario hasta donde se había dejado la
camioneta que nos transportaría al punto de partida de esa maravillosa mañana,
esta vez pudimos apreciar el valle, el terreno se prestó estupendo por ser bajada
y así el final de la aventura nos entregó una satisfacción que en verdad
resulta difícil describir con palabras, pues lo valioso es la vivencia y de
ello, cada uno de nosotros habrá de hacer una descripción única, puesto que
cada uno de nosotros somos únicos, parece que no existe nadie que piense como
yo pienso, que vea las cosas como yo las veo, dicho con un poco de filosofía,
nadie describirá nunca el aroma de una rosa como yo lo puedo hacer en este
momento, ese día, simplemente fue inolvidable.

Buceo

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Nuestro mundo correspondería llamarse planeta océano y no planeta tierra, ya que el 75 por ciento
se encuentra cubierto por agua, la gran promesa de la subsistencia humana. El
hombre, está comenzando a ver el mundo acuático como proveedor de alimentos y
como refugio adecuado y seguro ante un futuro incierto.
“Literalmente es otro mundo, es como entrar en
un sueño surrealista de percepción espacial, podemos sentir cada respiración,
lo significa la confirmación de nuestra existencia, quedando en éxtasis en un
mundo mágico de tonos azulados, con criaturas nunca vistas y solo descritas por
el intrépido y legendario “Cousteau”, después de una hora de contemplación,
emergemos a la superficie para caminar en la tierra y sentirnos bípedos una vez
más” “se dice que en el mar no caminamos, solo flotamos”.
En la costas del golfo de México, se encuentra el complejo de arrecifes veracruzano, a cuatro horas
de la ciudad de México, por la autopista Puebla – Veracruz, se encuentra la
Bella ciudad “puerto de Veracruz”, con verdadero sabor costeño y con las
comodidades de una ciudad moderna, existen muchas atracciones, el puerto nos
regala un abanico de posibilidades susceptibles de ejecutar en sus costas, sin
embargo, quienes han practicado el buceo dicen haberse se iniciado en este
puerto maravilloso.
La
ciudad cuenta con hoteles para todos los presupuestos, hoteles de tres y
cuatros estrellas, o incluso una zona con hoteles de gran turismo para los muy
exigentes. Además del Buceo, en Veracruz podemos disfrutar de una gran variedad
de atractivos turísticos: como “el Baluarte de Santiago” “la casa del Santo
Oficio” “el ex-convento de San Francisco” “el Faro Venustiano Carranza” “el
Hospital San Sebastián” “Catedral, Palacio Municipal, Santuario de la Reforma”
“Templo del Cristo del Buen Viaje” “edificio de la Aduana” “edificio de Correos
y Telégrafos y los Portales.
Entre
los museos de la ciudad, mencionaremos el de arqueología, historia, cultura de
la ciudad y el fuerte de “San Juan de Ulúa”. Además de un importante atractivo
que no podemos dejar de visitar, el Acuario de Veracruz, que se inauguró en
1992 y que nos da un pequeño adelanto de lo que veremos en sus arrecifes, ahora
es tiempo de dirigimos a la tienda de buceo y ordenar nuestros equipos, algunos
están en su viaje de certificación, es decir, es la primera vez que
experimentarán el buceo en el mar, se percibe sensación de nerviosismo y
expectación de que estamos a punto de realizar algo nuevo en nuestra vida.
Cada
uno de nosotros revisa: aletas, “máscara de buceo”, “snorkel”, neopreno,
regulador, chaleco compensador y tanque de aire, ahora es momento de acudir a
la embarcación equipada y acondicionada que nos brindará la oportunidad de una
nueva experiencia, viajaremos una hora y media aproximadamente, hasta llegar a
lugares lejanos del arrecife,: la Anegada de afuera y “Santi guillo”, con mar
en calma, recorremos el trecho que nos separa de la aventura, pasamos entre la
Isla verde y la Isla pájaros para después dirigirnos un poco mas al sur hacia
el área de “Antón Lizardi”. En el camino armamos nuestros equipos de buceo
colocando el tanque en el arnés del chaleco y colocando el regulador en el
tanque. Probamos que cada pieza funcione a la perfección, ya que nuestra
seguridad y disfrute depende de su perfecto funcionamiento.
Por
seguridad nos organizamos en parejas y así nos tiramos al agua, al mejor estilo
de los buzos: hacia atrás y ya que estamos todos en la superficie, damos las
últimas indicaciones y comenzamos la inmersión por el cabo del ancla que nos
ayuda a mantenernos juntos de dos en dos, desfilamos el chaleco compensador y
nos adentramos en un mundo en donde el sonido viaja 25 veces mas rápido que en
aire, las cosas se ven 25 por ciento mas grandes y 33 por ciento mas cerca,
esto debido a un fenómeno provocado por el cristal del visor, tal vez de ahí
viene la fama de los buzos de ser exagerados.
Cuando
alguno de los principiantes manifiesta problemas, simplemente bajamos más
despacio con él, soplando por la nariz igualando la presión del agua que
aumenta una atmósfera cada 10 metros, al llegar al fondo, el grupo se reúne,
felicitamos a los principiante dándoles un fuerte apretón de manos por haber
llegado al fondo por primera vez y puntualizamos que los colores se han tornado
azulados debido a que la luz no puede penetrar en el ambiente denso del agua.
El
recorrido a quince metros de profundidad, tal como lo acordamos previamente en
nuestro plan de buceo, en ese lugar los principiantes permanecerán en el banco
de arena para realizar algunos ejercicios de práctica, mientras los demás
miembros del grupo inician su recorrido en el fondo marino, las primeras
formaciones que vemos son un grupo de corales cuerno de ciervo, registradas
así, por estar pegada al arenal, no se ve el macizo de coral blanco, conforme
avanzamos, descendemos a mayor profundidad y el banco de piedras y coral blanco
va tomando forma ante nuestros ojos, existe gran cantidad de cerebros o “coral
múcura”, corales que como su nombre común lo dice, semejan un gran cerebro que
puede llegar a medir varios metros de diámetro.
Entre
las piedra encontramos un pez cirujano y mas abajo un pez piedra, que presenta
un camuflaje perfecto, ya que tiene la capacidad de mimetizarse con la roca, y
hay que tener mucho cuidad pues sus aletas dorsales que pueden inyectar un
poderoso veneno, pero si no se le molesta o toca es inofensivo, mas adelante se
nos une una escuela de barracudas, peces que tienen un fiero aspecto, pero en
realidad no atacan a los buzos, lo que a veces provocan desconcierto y sacan de
sus casillas a los buzos, ya que por curiosidad pueden rondar por mucho tiempo
alrededor de ellos.
Entre las rocas, descubrimos también una gran cantidad de arbolillos de Navidad, en realidad son gusanos
de tubo, estos gusanos parecidos a pequeños pinitos sobresalen unos 10 o 20
centímetros de las rocas y cuando intentas tocarlos se meten en un abrir y
cerrar de ojos desapareciendo como por arte de magia, seguimos nuestro
recorrido y hemos llegado a 70 pies, equivalente a 21 metros, es la máxima
profundidad que alcanzaremos durante la inmersión, aquí descubrimos un banco
enorme de peces plateados que pasa semejando a una gran roca movible, uno de
los buzos se distrae con el espectáculo y sin querer roza un coral anaranjado,
inmediatamente siente ardor y picazón se topó con un coral de fuego, que como
protección genera una sustancia compuesta de proteínas con gran capacidad
irritante.
Durante
el recorrido vemos algunas morenas, peces loro y algunos más, uno de los buzos
se percata de que su manómetro marca bajo suministro de aire, nos agrupamos
nuevamente e iniciamos el ascenso lento hacia la superficie, para evitar la
enfermedad de la descompresión, realizamos una parada de seguridad a 5 metros
de profundidad y después emergemos a la superficie, felices de nuestro paseo
submarino. Y en la embarcación, comentamos la experiencia sobre las maravillas
que contemplamos, preguntamos al grupo de estudiantes e invitamos a describir
cómo les fue y están maravillados por su experiencia, aunque estuvieron la
mayor parte del tiempo practicando las destrezas básicas del buceo pues fue su
primer contacto con este mundo y esa primera vez nunca se olvida.
Regresamos
al puerto y nos reunimos a comer en el centro de Veracruz entre marimbas y agua
de horchata además de un festín de mariscos y seguimos contando las historias
de esta maravillosa actividad: El buceo.

Espeleología

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Ciencia que se
encarga de la exploración y estudio de las cavidades subterráneas, tal vez
debiera denominarse como “espeleismo” que bien puede calificarse como deporte
ya que sus orígenes dependen del estudio morfológico de las cavidades naturales
del subsuelo, pero lo más importante es que le podemos etiquetar de cualquier
manera, lo fundamental es que esta disciplina nos ofrece un mundo maravilloso
que también podemos calificar como “otro mundo”

“Las cuevas nos
enseñan el interior de la tierra pero también de nosotros mismos” así lo
describen quienes este deporte practican, dicen: “es una prueba constante a
nuestros sentidos, lugares donde nuestra luz se une con su oscuridad para
formar imágenes imposibles, soñadas mil veces y vistas solamente una, es otro
mundo, un mundo dentro de otro mundo, el reverso negativo de la realidad, de la
luz, de la vegetación, de la vida”, aseguran que se sienten más vivos que nunca
cuando desafían al abismo y cuando, por fin, salen a la superficie tras horas
de alucinación y esfuerzo, el mundo se presenta distinto.

La
espeleología oferta multitud de atractivos, tanto lúdicos como científicos a
diversos niveles, lo que hace de ella una actividad muy completa, dado que se
practica en las cuevas con mayores longitudes y desniveles del planeta, puede
considerarse como la principal rama de la exploración espeleológica; las
condiciones de exploración son, además, generalmente duras, muchas de las
cuevas kársticas conocidas actualmente se encuentran en macizos montañosos
relativamente fríos, con corrientes de agua subterráneas permanentes, estos
ríos suelen tener temperaturas gélidas que hacen más difícil la progresión del
espeleólogo, o pueden crecer súbitamente debido a tormentas en el exterior.

“El
espeleobuceo” es una variante de la espeleología que centra su actividad en la
exploración de cavidades subacuáticas, muchas de las cuevas concluyen en
conductos cegados por el agua, denominados sifones, a partir de este
punto, los buceadores toman el relevo a los espeleólogos para continuar la
exploración de la cavidad, la práctica del buceo en cuevas debe ser
realizada por personas que, además de ser buenos espeleólogos y buzos expertos,
dominen las técnicas y equipos especializados, las características tan hostiles
que presentan los espacios inundados en las cavernas, hacen del espeleobuceo
una de las actividades más peligrosas del mundo.

Este maravilloso
mundo esta a nuestro alcance y lo podemos encontrar a unos cuantos pasos de la
hermosa Ciudad de Puebla, México, enclavada en la sierra mágica del estado de
Puebla y con un laberinto de cuevas y cavernas como un queso gruyere está el
sistema cavernario de la sierra norte del estado, en sus múltiples cuevas,
túneles y cavernas se puede practicar el maravilloso deporte de la
espeleología, ingresar a este sistema es simple, se puede tomar como base la
pintoresca población de Cuetzalan, que se encuentra a tres horas
aproximadamente de la Ciudad de Puebla.

En
la ciudad de Puebla se puede contactar con “Retto expediciones” que se ha
especializado en este deporte con gran efectividad, creo que bien vale la pena
conocer e intentar el inicio en esta actividad que resulta fascinante, no se si
interpretarlo como un viaje en el tiempo o simplemente en una gran aventura, de
esas que se quedan grabadas en lo más profundo de nuestra alma, la experiencia
vivida seguramente que permanecerá indeleble en el resto de la vida.

Ninguna
persona en su sano juicio se entregaría a una cuerda como único vinculo entre
la realidad cotidiana y ese otro mundo, con toneladas de roca fungiendo como
frontera entre el mundo real y las entrañas del planeta, pero esas entrañas nos
ofrecen tantas bellezas que resulta imposible eludir el placer de disfrutar
tremenda maravilla, de tal suerte que la espeleología es sin lugar a dudas “un
mundo esplendoroso”.

Foco de atención

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Lograr éxito y
alcanzar metas se consigue con el arte de hablar, pero hablar bien es lo que
hace la diferencia, existen técnicas infalibles, trucos sencillos y prácticos
que permiten manejar la voz, el cuerpo, los sentimientos y las palabras en
cualquier situación, por ejemplo: Perder el miedo a presentarse frente a un
grupo de personas y captar la atención de los presentes, pero disfrutando el
hecho de ser el foco de atención.

La oratoria es el
arte de hablar bien en público y agradar, convencer o provocar un sentimiento
determinado, la oratoria es un genero literario que comprende las obras
escritas con el objetivo de ser proclamadas oralmente, la oratoria es el arte
de hablar en público que consigue instruir, persuadir o excitar los ánimos y
conmover a una acción determinada, con la oratoria se puede sacar el máximo
provecho de la voz y con ella transmitir el mensaje deseado con la certeza de
que será comprendido perfectamente.

Gramática, retorica
y lógica son los tres elementos fundamentales que permiten comunicar una idea,
sin el dominio de la gramática difícil resulta esperar que el mensaje sea
captado en su destino, con la retorica como arte de hablar y escribir con
eficacia y corrección se logra provocar en quien nos escucha un sentimiento
determinado, además de configurar la manera de expresarnos y la lógica como
ciencia formal que establece los principios de la demostración, de manera que
gramática, retorica y lógica hacen de cualquier idea el carácter de cautivar a
un publico de una o mil personas.

Dicción perfecta,
equivale a emplear las palabras que forman oraciones con cualidad hablada, se
dice que es buena dicción cuando el empleo de dichas palabras es correcto y
acertado en el idioma al que pertenecen exaltando la manera de hablar, una
buena dicción equivale a pronunciar correctamente, acentuar con elegancia,
frasear respetando las pausas y matizar los sonidos musicales, una buena
emisión de voz resulta un extraordinario apoyo en todo discurso y solo se trata
de pronunciar adecuadamente cada una de las palabras, como lo dictan las reglas
gramaticales.

Hablar a un público
de cualquier magnitud implica lograr que la voz refleje un estado de ánimo o
muchos, de acuerdo al objetivo, por lo tanto, la respiración exige un manejo
apropiado, mantener una voz modulada con tonos y matices, hace que el cuerpo
hable de manera brillante y convincente, proyectando sentimientos acordes al
mensaje y cambiando a voluntad el ambiente y el estado de animo de quienes nos
escuchan, es decir, la energía colectiva con la agilidad mental necesaria en
cada caso.

Improvisar es
importante, saber improvisar requiere de agilidad mental y soltura corporal,
una manera sencilla es estructurar ideas a partir de una palabra de forma
lógica y comprensible, con la posibilidad de adaptarse a cualquier tipo de
receptor, lo cual requiere una preparación cultural aceptable que permita dar
ejemplos claros y convenientes, hasta puede ser aceptable hacer uso del sentido
del humor, todo con el único objetivo de practicar el arte de “salirse con la
suya”.

Sinceridad, al
hablar en publico nunca debemos tratar de ser distintos, lo mejor es “sacar
partido” de nuestra personalidad, si tratamos de ser distintos, lo más seguro
es que no se logre convencer a los que nos escuchan, iniciar con una anécdota
suele ser una excelente apertura, sirve como vinculo entre el publico y
nosotros, además de agradecer a la persona que nos ha invitado o presentado,
todo esto con una sonrisa, luego, un silencio atrae la atención y ahora sí,
comience, el público es suyo, usted es el foco de atención, exponga el arte de
hablar en publico.