Archivos Mensuales: julio 2012

Los accidentes viales

Estándar

Por: Julio Torres.

Por curiosidad me propuse cuantificar los accidentes viales de los últimos meses día a día que se difunden por los medios de comunicación y el resultado es alarmante pero, de acuerdo a lo anunciado, el común denominador  es el exceso de velocidad y curiosamente protagonistas principales son vehículos de carga o de pasajeros o servicios múltiples.

Quiero pensar que la mayor parte de estor vehículos cuenta con un seguro de daños, lo que permite que la pérdida sea menor, nunca se recupera la totalidad de lo dañado, pero si carecen de ese recurso, todo se va a complicar de manera catastrófica.

Tal vez el mejor comentario que se debe hacer en este momento es la manera como los manejadores de vehículos comerciales obtienen el permiso correspondiente, la forma como se otorga dicho permiso muestra que no cumple con los requisitos fundamentales, eso requiere hacer énfasis en el respeto al reglamento, manteniendo las velocidades indicadas en cada vía.

Todas las carreteras y todas las vías urbanas, señalan de manera visible las velocidades permitidas,  el constructor de la vía conoce exactamente las velocidades máximas a las que se puede circular, esos señalamientos se calculan con precisión, lo que se requiere es que sean respetados simplemente.

Los reglamentos de tránsito en todas partes también indican las velocidades permitidas en cada vía, además de que establecen el carril que debe ocupar cada tipo de vehículo y entonces, de acuerdo a estos datos solo resta el respeto real a lo escrito, el respeto real a las leyes, el respeto real a lo establecido en la sociedad de cada pueblo, de cada estado confederado y por ende, de cada país.

Lo anterior nos conduce a un punto muy importante, parece que no ha resultado efectivo el hecho de que las autoridades encargadas de la prevención omitan la aplicación de la ley como fue diseñada o simplemente la utilicen para obtener ingresos libres de impuesto y entonces, resulta fácil eludir el respeto a la ley con los resultados apuntados.

Que sencillo sería que los encargados de vigilar que los reglamentos se cumplan puntualmente, simplemente hicieran su trabajo y justificar su existencia dentro de la sociedad, cuantas vidas se salvarían y cuantas perdidas materiales se evitarían, recordemos que todos perdemos algo con cada accidente, pérdida de tiempo en la vialidad y todo lo que de ello se deriva.

Quienes tienen la cultura del seguro pueden dormir parcialmente tranquilos pues en siniestros viales su pérdida siempre será menor, no así quien elude la cultura del seguro donde cualquier accidente causará que lo pierda todo o casi todo.

La cultura del seguro permite evitar el uso de arreglos poco ortodoxos con las autoridades encargadas de impartir justicia en asuntos de accidentes viales, tal vez algún día se consiga que la cultura del seguro se generalice y que quienes manejen el aspecto legal no cuenten con recursos “legales” que desvirtúen resultados.

Sin embargo, hoy y siempre manifestaré que los accidentes viales se producen cuando no se respeta el reglamento respectivo por uno, dos o más involucrados, el mejor mensaje será entonces que cada actor social, cumpla con lo que cada uno debe hacer, respetar el derecho ajeno.

Alcanzar supremacía

Estándar

Por: Julio Torres.

Alcanzar la supremacía es una tarea que implica muchos factores, Se requiere ser más bueno de lo necesario, porque todas las personas que encuentro en mi camino están luchando alguna batalla y no puedo conocer la dimensión, es necesario entonces cuidar mucho las palabras que haya que pronunciar.

Si quiero que se cumplan mis sueños, no debo quedarme dormido, sonreiré siempre, la expresión es lo más importante, la felicidad en mi vida depende de la calidad de mis pensamientos, lo más pesado que puedo cargar es el rencor.

Una cosa que siempre puedo dar e igual quedármela, es mi palabra, debo ser siempre sincero, la peor mentira es cuando me miento a mi mismo, si me falta coraje para empezar algo, es que ya he terminado, lo único que no puedo hacer es reciclar el tiempo perdido.

Las ideas no funcionan a menos que yo crea en ellas, mi mente es como un paracaídas, se que funciona solo cuando lo abro, perseguir la felicidad es la carrera de toda la vida, nunca es tarde para ser o hacer lo que me hubiera gustado hacer en la vida.

La vida es demasiado corta para despertar con remordimientos, por lo mismo, amo a las personas que me tratan bien, olvido a quienes no lo hacen y pido por ellos.

Debo creer que todo pasa por alguna razón, si me dieran una segunda oportunidad, la tomaría con ambas manos, si cambia mi vida, dejo que cambie, nadie dijo que la vida sería fácil, solo prometieron que valdría la pena vivirla.

Los amigos son como los globos, una vez que los sueltas, puede ser que no regresen. A veces nos preocupamos tanto de nuestras vidas agitadas y llenas de problemas que ni nos damos cuenta que hemos soltado los globos, procura no olvidar, después puede ser tarde.

Yo no quiero que eso me ocurra, a mis amigos los voy a amarrar a mi corazón para nunca perderlos, pero entonces: ¿Que hacer para alcanzar la supremacía? Sencillo:

Cuando puedo levantar la vista a las alturas y contemplo el cielo, mi alma percibe los indefinibles misterios que le rodean, inundando el espíritu con perfecta armonía y dulce paz.

Cuando soy capaz de elevarme por encima de las pasiones y desprecio los honores banales por su intrascendencia y las ansias de poder y de riqueza que ensombrecen mi corazón.

Cuando haya perdido por completo el miedo a la pobreza, al mañana y a la muerte y logre contemplar sereno y sin inmutarme, los embates de la adversidad, agigantándome ante la desgracia y sin envanecerme ante el triunfo.

Cuando después de tanto trabajar y sufrir, llegue lleno de gozo a descubrir dentro de mi mismo, que la muerte no es más que un simple cambio de forma de la materia y que mi alma inmortal e incansable se sublimiza más cada día, construyendo el vehículo necesario para llegar a la eternidad, hasta unirme nuevamente a la causa de todas las causas: Dios.

Solo entonces, alcanzaré la supremacía.

 

Oración sencilla

Estándar

Por: Julio Torres.

Mi señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras y con ello ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón, si me das éxito, no me quites la humildad, si me das humildad, no me quites la dignidad, ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo, enséñame a querer a la gente como a mi mismo.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso, más bien, recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo, enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.

Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso, si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

Señor: Si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí.

Pareciera increíble que un hombre que pudo escribir la oración anterior hubiera caminado por muchas tierras de este planeta, un hombre que no perdió la fe en la humanidad, reflexionando en el mañana, cuando tal vez al sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados y sin atrevernos a decirles que viven así porque no nos animamos a pelear.

Ese hombre fue nada menos que Mahatma Gandhi.

Martin Luther King declaró: “Cristo nos enseñó devolver bien por mal y Mahatma Gandhi nos demostró que ese principio si era operativo”.

Muy grande es el legado que Gandhi nos heredó al partir, pero dejó consejos como el siguiente: “humildemente me esforzaré en amar, en decir la verdad, en ser honesto y puro, en no poseer nada que no me sea necesario, en ganarme el sueldo con el trabajo, en estar atento siempre a lo que como y bebo, en no tener nunca miedo, en respetar las creencias de los demás, en buscar siempre lo mejor para todos, en ser un hermano para todos mis hermanos”.

“estoy absolutamente convencido de que ningún hombre pierde su libertad sino por su propia debilidad, en materia de consciencia, la ley de la mayoría no cuenta, tu debes ser el cambio que quieras ver en el mundo, primero, ellos te ignoran, más tarde se ríen de ti, luego, te hacen la pelea y entonces, tú ganas, no hay camino para la paz, la paz es el camino”.

He dejado para el final seis de sus pensamientos que encierran tal vez el epilogo de su sabiduría: “Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras”

“Cuida tus palabras porque se volverán actos”

“Cuida tus actos porque se harán costumbre”

“Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter”

“Cuida tu carácter porque formará tu destino”

“Y cuida tu destino, será tu vida”

Los pensamientos y reflexiones de Gandhi son mucho más extensos, en este espacio he tratado de agrupar algunos de ellos no porque sean los mejores, sino porque son los que he podido integrar en este momento que espero sean suficientes para exaltar esa gran figura que fue Gandhi.

Ahorrando vida

Estándar

Por: Julio Torres

Es común que tengamos la costumbre de ahorrar para el futuro, en términos generales nos preocupa nuestra vejez y para ello tratamos de ahorrar para comprar una casa, muebles, carro y todas las cosas que la vida moderna nos exige.

También acostumbramos vivir en departamentos que no permiten otra vista que no sea las ventanas que cubrimos con todo tipo de cortinas de tal manera que no se tiene vista alguna, y así nos acostumbramos a no mirar lo que existe afuera.

Lo peor es que ni siquiera nos atrevemos a ver el exterior que inclusive nos causa miedo, muchas veces infundados, pues constantemente nos dicen que es peligroso, de tal suerte que ni las cortinas abrimos y poco a poco encendemos las luces más temprano y nos acostumbramos a la luz artificial en lugar de disfrutar la luz natural que la vida nos ofrece.

Olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud, olvidamos la naturaleza. Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde, tomamos un café corriendo porque estamos atrasados, se hace tarde para todo hasta para las cosas simples como el mirar el cielo o un atardecer o hasta la lluvia.

Leemos el diario en el autobús porque no podemos perder tiempo y el desayuno es un sándwich porque no da tiempo de almorzar; Al salir del trabajo ya de noche; a dormir en el autobús porque estamos cansados; a cenar rápido y luego a dormir sin haber vivido el día.

Nos acostumbramos a pensar que las personas cercanas a nosotros estarán siempre ahí y a creer que están bien, sin preocuparnos por averiguarlo; a esperar el día entero y finalmente oír en el teléfono: “Es que hoy no puedo ir” A ver cuando nos vemos. Tal vez la semana que viene nos reuniremos.

Sonreímos con las personas sin recibir una sonrisa de vuelta, somos ignorados cuando necesitamos ser vistos, con cualquier motivo, en esos momentos nos damos cuenta que en realidad estamos solos en compañía de tanta gente, es como una soledad acompañada, una soledad que resulta más cruel que la soledad en si misma.

Si vamos al cine y esta casi completo el número de asientos, nos acostumbramos y nos conformamos con sentarnos en la primera fila aunque tengamos que torcer un poco el cuello. Si el trabajo esta complicado nos consolamos pensando en el fin de semana; y si al fin de semana no hay mucho que hacer o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.

Que tristeza que nos acostumbramos a ahorrar vida, como si eso fuera posible, las actividades diarias nos quitan el verdadero placer de vivir sin pensar que la vida también se derrocha y que por acostumbrarnos a tantas cosas, nos perdemos el placer de vivir.

La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja. El tiempo no se puede atrapar, mucho menos almacenar; nuestra existencia transcurre a gran velocidad, pero mientras tengamos vida, tenemos oportunidad de cambiar nuestros hábitos y buscar una mejor calidad de existencia, de aprovechar y disfrutar cada respiro, cada latido de nuestro corazón, cada instante de vida.

No transformemos nuestra vida en una rutina inútil que nos haga infelices. Dios pone a nuestra disposición todos los elementos para ser felices, satisfechos y agradecidos por ese gran don que es la vida que con tanto amor nos ha sido otorgado.

La vida no hay que ahorrarla, hay que vivirla plenamente, porque sin saberlo, la naturaleza ordena las circunstancias que pueden cambiar el giro de nuestra vida, por lo tanto, un buen propósito sería gritar con toda la fuerza de nuestra naturaleza: Viva la vida.

 

Algo más de la mujer Aries

Estándar

Por: Julio Torres.

Muchos son los datos que se pueden comentar de una mujer Aries, que en términos generales se trata de un ejemplo femenino con una presencia muy atractiva, sin que necesariamente se trate de una belleza arrolladora, es de quien podemos afirmar que algo tiene y no sabemos que es lo que atrae tanto al sexo masculino.

Además de ser una mujer capaz de indicarle directamente al hombre que es de su agrado, la intensión de entablar una relación amistosa en primera instancia, y el resultado futuro creo que puedo afirmar, será ella quien tomará la iniciativa, en muchos casos la presa que ha escogido va a resultar tímida o demasiado atrevida y esto último a ella no le agrada, pues es ella la que debe tomar la decisión.

Es una mujer tan práctica que podemos interpretar que pensando y haciendo, la mayor parte de las veces nos cuesta mucho trabajo rechazar una decisión que ella ha tomado, y haciendo una descripción coloquial, puede usted imaginar lo siguiente: Ella es la que tomará la iniciativa hasta en la ejecución de un beso, créame, puede imaginar el siguiente paso.

Su sentido práctico muchas veces causa problemas en la relación de pareja, sin embargo, por sistema ella siempre tendrá la razón pues su velocidad mental permite que su pareja pierda un tiempo valioso hasta darse cuenta que logra imponer su voluntad, debo reconocer que lo descrito hasta este momento no lo estoy inventando, fue una vivencia, pero deliciosa.

Otra de sus virtudes es la transformación que logran en determinados momentos, se pueden convertir en una dama capaz de “detener el tránsito” pues poseen gran capacidad de cambiar su presencia con solo unos arreglos sencillos en su persona y la mayor parte de las veces arrancan un “guau” sostenido por un buen tiempo.

Y existen más virtudes aunque no lo crea, la mujer Aries es una fémina fabulosa, es trabajadora y emprendedora exitosa, lo hace literalmente como hormiguita, mostrando una entrega al trabajo como pocas y nunca dicen “no se puede” pues se les puede encargar la tarea más complicada y ellas lo resuelven con facilidad envidiable.

Enamoradas son altamente fieles, la problemática surge cuando dejan de amar, no recomiendo que dejen de amar a una mujer Aries, en primer lugar saben amar, en segundo lugar, aunque se muestren un tanto frías en determinadas ocasiones, lo cierto es que se entregan tanto a sus obligaciones y al trabajo que solemos equivocar el juicio sobre ellas.

Tal vez los celos no sea una debilidad en la mujer Aries, o quizás no sea algo que le preocupe mucho, lo importante es que sabe amar, con una mujer Aries no es necesario recurrir a la búsqueda de otra mujer, por lo menos me complace reconocer que mientras la relación con una mujer Aries se mantuvo, lo disfruté maravillosamente, lamentablemente se interpusieron algunos imponderables que impidieron continuar disfrutando de ese amor.

Si usted amigo lector tiene la fortuna de amar a una mujer Aries, sujétela, no la suelte bajo ningún argumento, ámela, ámela intensamente, pero compréndala o por lo menos intente comprenderla, aunque no es sencillo, me atrevo a sugerir que nada hay que alguna otra mujer le pueda ofrecer más que ella, si usted comprende a tiempo lo descrito, le aseguro que encontrará la felicidad plena, pero no se coloque en competencia con ella, lo más seguro es que pierda la partida.

 

 

De boca a oído

Estándar

Por: Julio Torres.

Muchas disciplinas recomiendan que al establecer comunicación que podemos llamar natural como es en la oración o simplemente cuando no contamos con un equipo especial que nos permita enviar un mensaje a determinada persona, lo recomendable es tratar de imaginar a la persona receptora de nuestro mensaje y ella lo escuchará.

Por miles de años pareciera que ese ha sido el único sistema utilizado que se denominó como “magia” pero hasta que punto es magia o hasta que punto es una realidad, lo importante es que ha funcionado, nadie sabe como funciona pero el hecho es que funciona.

Muchas veces he recomendado tratar de comprender el fenómeno que ocurre con la oración establecida en la liturgia católica, que cuenta con un regimiento de “santos” adecuados para cada ser humano siempre que existe la llamada devoción que la liturgia establece.

Alguien explicó la mecánica de la siguiente forma: Como generalmente se utiliza la comunicación espiritual con el fin de solicitar ayuda o agradecer un favor recibido, entonces se elige la imagen de un santo o del ser supremo como lo imagine, y solicita o agradece describiendo concretamente dicha petición o mensaje.

Deduzco que no necesariamente es la imagen o la entidad espiritual la que escucha la petición, que en realidad no importa quien la escuche o quien la perciba, lo importante es que alguien reciba ese mensaje y lo transmita a su vez a otra entidad y ella a otra hasta llegar a su destino.

Dicha petición entonces, debe ser lo más concreta y específica posible, ya que coloquialmente dicho, estará siendo transmitida de “boca a oído” como ocurre en situaciones practicadas en este mundo cuando transmitimos un mensaje de “boca a oído”.

En los ejercicios de comunicación humana se le ha calificado como “teléfono descompuesto” al transmitir un mensaje de boca a oído, porque casi nunca llega el mensaje original a la última persona que lo recibe, pues a medida que ese mensaje pasa de una a otra persona, por sistema se desvirtúa en cada paso de la comunicación.

Imaginemos entonces lo que significa hacer una petición divina que carece de los elementos necesarios o suficientes, que permitan afirmar que nuestro mensaje llegará a buen puerto, ya que esa petición pasará de boca a oído en un número determinado de “personas o entidades”.

Sucede lo mismo con la oración y en este caso me refiero a todo tipo de oración en cualquier disciplina, pues si la petición carece de elementos concretos y bien definidos, lo más seguro es que el mensaje nunca llegue a su destino, y tal vez se convierta en el principio de una incredulidad hasta enfermiza en el mundo que nos rodea.

Así pues, se recomienda primero: estructurar un mensaje con todos los elementos necesarios que nos aseguren que no sufriremos un “teléfono descompuesto” y experimentar la frustración de pensar que a quien le hicimos la petición nunca se enteró de ello, o si llegó fuera de tiempo y cuando nos envía la respuesta ya no la necesitamos.

El principio dice que: “Como es arriba es abajo” o sea, que como nos comunicamos entre nosotros de manera cotidiana, no tiene porque ser distinto en los terrenos divinos, pues si como lo establecen las religiones existe ese otro mundo, poblado de quienes ya no se encuentran con nosotros, entonces, no tiene que ser distinto, solo se trata de inteligencias que actúan de manera similar, creo que vale la pena hacer esta reflexión, ¿no le parece?

Conviene entonces hacer ejercicios de comunicación de “boca a oído” y ejercitar la manera de estructurar mensajes concretos y bien definidos.

 

 

El software y el hardware

Estándar

Por: Julio Torres.

Como fantasía, he llegado a la conclusión de comparar las funciones del cuerpo humano con los términos modernos, y concretamente de la tecnología computacional, desde luego, con el fin de encontrar un punto de convergencia entre nosotros los viejos y ustedes los jóvenes, en la manera de intercambiar conocimientos que son los mismos pero definidos de distinta manera.

Desde luego que no pretendo emitir conocimientos ortodoxos en ninguno de los campos, sino un tanto empíricos, con el fin de que lleguen a mayor cantidad de personas y que sean útiles en todo momento y encontrar de ese modo respuestas sencillas pero útiles a todos.

En un artículo anterior dejé establecido que nuestro cuerpo desde el momento en que es concebido en el vientre materno, está fabricado con tal precisión que no existe maquinaria alguna que se compare, tal vez en las fábricas de motores de automóvil pudiera existir algún punto de comparación ligeramente cercano ya que a la fecha dichos motores funcionan casi a la perfección.

Pues así como en la fábrica de motores de automóviles existe un ingeniero jefe, responsable absoluto, así en la fabricación del cuerpo humano existe un responsable absoluto, del cual hablaremos en futuros reportajes, mientras tanto nos quedamos con la idea de que tiene que existir un responsable absoluto en la fábrica de seres humanos.

Ese responsable absoluto tanto en los motores como en las computadoras es muy parecido al responsable de los cuerpos humanos, entonces, conviene definirlos a ambos como los que colocan el sistema operativo en sus máquinas, en unos ya son máquinas listas para el trabajo y en los seres humanos listos a enfrentar la vida.

Conviene comprender que unos y otros van a necesitar de una fuerza que no se fabrica en ninguna parte del planeta, en realidad no sabemos donde se encuentra esa fábrica, unos van a requerir de un elemento que conocemos como electrón y el otro, un elemento que denominamos célula, y unidas muchas células forman un cuerpo viviente de cualquier especie, y muchos electrones unidos forman lo que conocemos como materia, pero ambos requieren ser tocados quizás con una varita mágica que dará vida a esas máquinas.

El motor de automóvil requiere electrones que produzcan una chispa y que el combustible explote y de esa manera mueva los pistones, la computadora requiere también de electrones y con ellos funciona la fuente de alimentación y el sistema operativo se activa, el cuerpo viviente requiere que las células comiencen a vibrar y entonces se vuelve autónomo y así se pueda mover con entera libertad.

Solo falta que alguien ordene como y a que velocidad debe funcionar el motor del automóvil o que alguien le diga a la computadora lo que quiere que haga y en que forma, el cuerpo viviente tiene el mismo problema, necesita que le digan que es lo que debe hacer y como, en los tres aparatos se necesita entonces lo mismo, un software que determine como y en que momento, cada aparato se moverá conforme a su software que serán ejecutados por el hardware que se defina para cada caso.

Ese software organizará los movimientos que haya de hacer el motor y en la computadora, su software le indicará lo que deben hacer sus elementos en el trabajo que requiera y finalmente el software del cuerpo viviente resolverá el manejo de los datos de ida y vuelta durante cada orden que ejecutará el hardware designado, porque ya sabemos que poseemos cinco: guato, olfato, vista, oído y tacto, el software designará que hardware trabajará y en que momento.

Ya tenemos entonces respuestas que nos definen perfectamente la dualidad en las máquinas propuestas y su similitud es asombrosa, esa es la dualidad que vamos a encontrar en todas las disciplinas descubiertas en el transcurso de los años, en el transcurso de la vida, y son datos que aunque se pierden en la noche de los tiempos, de alguna manera prevalecen en el proceso generacional y se repiten.

Un dato agregado es el hecho de que dos seres vivientes que en apariencia tienen el mismo software, actúan de distinta manera ante un mismo evento, una computadora actúa de la misma manera que el motor del automóvil, pero cada uno con diferencias notorias, entonces se desprende de lo anterior que cada ejemplo tiene su propia personalidad, creo que comienzan a tener sentido algunos términos y teorías que están plasmadas en muchos textos por demás atractivos, y una vez que pueda razonar con mayor pulcritud lo que ahora he estado escribiendo, trataré de ampliar lo aquí expuesto a mi saber y entender en futuros escritos.