La estrategia militar utilizada por Hernán Cortés, resultó fundamental en la toma de Tenochtitlán y consistió en obstruir los canales con los materiales de las casas derribadas con el fin de introducir los caballos y la artillería.
No podemos ignorar que la participación de los aliados resultó primordial, pues solo con la ayuda de miles de tlaxcaltecas se pudo realizar esa titánica acción.
Tratar de ir nadando era verdaderamente imposible, pues desde las azoteas surgían los disparos de flechas que lograban hacer mucho daño y cuando lograban apropiarse de algún canal o puente procuraban protegerlo día y noche.
Relata Bernal Díaz: “Los mexicanos metían mucha agua y bastimentos de los nueve pueblos que estaban poblados en el agua; porque en canoas les proveían de noche, o de otros pueblos sus amigos, de maíz y gallinas y todo lo que querían”.
Continúa Bernal: “Y al otro día tratando de evitar que no les entrase esto, fue acordado que dos bergantines anduviesen de noche por la laguna a dar caza a las canoas que se les pudiesen quebrar o traer a nuestros reales”.
“No había día que no traían los bergantines que andaban en su busca presa de canoas y muchos indios colgados de las entenas”.
En los relatos históricos que los españoles hicieron de los acontecimientos por medio de pinturas en biombos, exageraron al pintar el uso de armas de fuego, en realidad, la utilización de este tipo de armamento era muy limitado a principios del siglo XVI.
Inclusive aparecen pinturas de tlaxcaltecas con armas y vestimentas españolas con detalles del caballero tigre, sin embargo, Bernal Díaz nunca menciona que los españoles hubieran armado a sus aliados, de quienes en ocasiones desconfiaban.
Pareciera que muchos pueblos que estaban inconformes con las relaciones del imperio de Moctezuma, al ver que poco a poco se estaba apreciando el triunfo de los españoles, decidieron unirse en paz con Hernán Cortés.
Afirma Bernal: “Se juntaron todos esos pueblos y con mucha humildad le demandaron perdón si en algo nos habían enojado, y dijeron que eran mandados, que no podían hacer otra cosa y Cortés holgó mucho de los ver venir de paz de aquella manera”.
Como Cortés vio que no se podían proteger todas las aberturas y puentes que ganaban cada día, porque de noche las recuperaban los mexicanos y las reconstruían, decidió reunirse con sus capitanes buscando una solución.
Bernal describe el acuerdo de la siguiente manera: “Se resumió en todo lo platicado que al otro día saliésemos de todos los tres reales con toda la mayor pujanza, así los de a caballo como los ballesteros, escopeteros y soldados, y que los fuésemos ganando hasta la plaza mayor que es Taltelulco”.
Al paso del tiempo creo que queda de manifiesto el talento de Cortés como un gran estratega, que con un puñado de soldados logró la hazaña de conquistar estas tierras, aún en contra de los intereses de españoles que trataron de obstaculizarlo.
Quiero imaginar que aquellos tiempos no eran fáciles para la gente que poblaba estas tierras, por la causa que haya sido, y en las narraciones de Bernal Díaz se aprecia que los españoles trataban de construir una España poderosa.
Como haya sido, la toma de Tenochtitlán siempre me ha parecido un acontecimiento muy brillante en el mundo de aquellos tiempos, de esa forma nació este gran país: México.