En toda asociación humana quienes gobiernan, intentan colocar una especie de cuerda en el cuello de los ciudadanos, como símbolo de esclavitud, por medio de decretos y leyes que no siempre son equitativas.
Esa cuerda debemos arrancarla y destrozarla, porque muchas veces nos mostramos impotentes de quitarla nosotros mismos, un buen principio es descubrir y entender que no debemos aceptar esclavitud de ningún tipo.
Cuantas veces percibimos que portamos una especie de velo que nos impide ver la realidad del presente, mucho menos el futuro, pues entonces ese velo debemos arrancarlo y destruirlo como lo hicimos con la aparente cuerda al cuello.
Sencillo resulta ahora entender la forma de destruir la cuerda y el velo que impiden una visión exacta del presente y del futuro, son las facultades que recibimos desde el momento en que ingresamos a este mundo.
Inteligencia para discernir que es lo que se debe hacer ante cada una de las situaciones que la vida presenta, rectitud que nos obliga a seguir y comprender que hay reglas para todo cuanto ocurre y que la mejor forma de lograr un objetivo es respetar las reglas con rectitud.
Se requiere valor y prudencia para hacer las cosas, sin esas dos facultades creo que nada se puede conseguir pues, el valor es útil, pero la prudencia obliga a hacer las cosas de forma que sean efectivas.
Toda asociación humana necesita de la filantropía para conseguir el triunfo en todo proyecto y la filantropía es una facultad legítima del ser humano, solo él puede ser filántropo, el que ayuda a los demás.